Nervios, sonrisas, abrazos fuertes, algunos ojos llorosos…pero de alegría. Ayer se conocieron en persona un grupo de personas mayores y de niños y niñas que habían estado intercambiándose cartas durante estos últimos meses. Se trata de un proyecto impulsado por la Taula de Salut del distrito de Sant Andreu para combatir la soledad no deseada que pone en contacto a escuelas y casals de gente mayor y otras entidades.
Este esperado y especial momento se produjo este viernes en la primera planta del edificio municipal Josep Pallach de la calle de los Segadors del barrio de Sant Andreu, al estar reformándose el casal de personas mayores Bascònia. La sala se quedó pequeña y se armó un buen jolgorio. También hubo una actuación de magia que hizo todavía más mágico este encuentro. En total, participaron 50 alumnos de quinto de primaria de la escuela Eulàlia Bota del barrio que pusieron cara a su correspondiente pareja epistolar, otras 50 personas mayores.

Gloria, una habitual del ‘casal’ de gente mayor Bascònia, se disponer a dar un abrazo a Danae, con quien se ha carteado
Mané Espinosa / Propias
Para romper el hielo, que en la mayoría de los casos no hizo falta, los adultos habían preparado un regalo de bienvenida que hicieron ellos mismos con fichas y un tablero para jugar al tres en raya. “Es la primera vez que juego y es muy divertido. Estoy contento de jugar con Petra”, relató ayer con satisfacción Lucas, de 11 años. Petra ha sido su compañera epistolar estos últimos meses. “Me ha hecho mucha alegría verte”, le respondió Petra, de 87 años , que vive en la residencia Casa Asil de Sant Andreu. “Ha sido muy bonito escribirnos”, comentó Gloria, una habitual del casal Bascònia. “Estaba nerviosa, pero muy contenta de conocer por fin a Gloria”, dijo con una sonrisa Danae, de 11 años.
En algún caso, quiso la casualidad de que la pareja epistolar se conociera antes. Carlota, de 11 años, en una misiva envió a Ignasi, de 75 años, un dibujo de su perro Coco, que hoy en día lo tiene enmarcado en la pared de casa. Un día vio un perro en el pipican que era igual al del dibujo y salió de dudas cuando llamaron al animal por el nombre de Coco. Efectivamente, era él. Y Carlota estaba con sus padres y así se conocieron en persona. Esto no hizo que la ilusión disminuyera un ápice ayer. “La primera carta que me escribió me recordó a mi abuelo. Es muy divertido”, reconoció Carlota. “La valoración es muy positiva. Ha sido fantástica. Además escribe muy bien”, afirmó Ignasi, que reside en una de las viviendas sociales Joan Torras para la tercera edad.

El emotivo encuentro que tuvo lugar ayer en el barrio de Sant Andreu
Mané Espinosa / Propias
“Además de conectar a través de la escritura y la lectura, seguramente se encontrarán en el barrio y esto es muy importante porque también construimos comunidad”, destacó la concejal del distrito de Sant Andreu, Marta Villanueva.
Según datos municipales, más de 90.000 personas en la ciudad de Barcelona manifiestan sentirse solas, un sentimiento que no solo afecta a los más mayores. “Este proyecto también nos da pie a que los propios menores hablen de la soledad. Solemos pensar en la soledad de la gente mayor, pero las estadísticas nos dicen que está aumentando mucho entre los infantes y los adolescentes”, aseguró Adoración Garmón, técnica de la dirección de servicios a las personas y al territorio del distrito de Sant Andreu.
Más de 90.000 personas en la ciudad de Barcelona se sienten solas, y cada vez hay más menores
Tal como detalló Alba Batiste, directora del casal Bascònia se enviaron un total de tres cartas: “La primera fue para Navidad, después otra sobre los regalos de los Reyes y la última era sobre este encuentro”.“El alumnado se ha implicado con muchas ganas y emoción. Les ha motivado que les contestaran sus cartas”, señaló Mercè Olivé, maestra de la escuela Eulàlia Bota.
Este proyecto, bautizado como Paraules que uneixen, se puso en marcha el año pasado con una prueba piloto con la escuela Ignasi Iglesias. Tras la buena acogida, este año han repetido y se ha sumado el colegio Eulàlia Bota, aunque los impulsores de esta iniciativa reconocen el interés de más centros escolares por participar. Además, en esta actividad están implicados dos centros de atención primaria de salud, el de Casernes y Sant Andreu Nord, así como servicios sociales y la dirección de servicios a las personas y al territorio del distrito de Sant Andreu. No hay duda de que las palabras unen y también dan vida.