1. Una decisión definitiva y con impacto político
La Corte Suprema —con los votos de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti— cerró la vía judicial ordinaria y extraordinaria, dejando firme la condena de 6 años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos a Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad . El tribunal consideró que los recursos presentados por su defensa carecían de “fundamentación autónoma”, ya que no rebatieron punto por punto los argumentos previos .
2. La proscripción y su urgencia electoral
El fallo no sólo ratificó la pena, sino que impide a CFK competir en las elecciones legislativas bonaerenses por la Tercera Sección Electoral. La determinación llega a pocos días del cierre de listas .
3. Repercusiones inmediatas
- Estudiantes tomaron varias facultades de la UBA en protesta, exigiendo defensa de los derechos democráticos y un paro general .
- La CGT salió en respaldo de Cristina, advirtiendo que “la democracia está en peligro” y denunciando una “embestida mediática y política” contra la Justicia .
- Su abogado, Carlos Beraldi, ya anticipó el pedido de prisión domiciliaria, alegando los derechos propios de alguien con más de 70 años .
4. El contexto político y mediático
El presidente Javier Milei, así como figuras como Patricia Bullrich y Mauricio Macri, celebraron el fallo públicamente. Sin embargo, sectores de derechos humanos y organizaciones sociales como Abuelas, Madres y el CELS denunciaron una “proscripción judicial” y alertaron sobre una ruptura del pacto democrático .
5. ¿Qué caminos quedan abiertos?
- El pedido de arresto domiciliario ya está en marcha.
- La defensa prepara intervenciones en cortes internacionales, sosteniendo que el proceso fue arbitrario .
- Mantiene vigencia una fuerte movilización nacional, con gremios en alerta, facultades ocupadas y base social movilizada.
La Corte Suprema selló un fallo que trasciende lo judicial para impactar de lleno en el escenario político argentino. Al ratificar la condena e inhabilitación de la principal figura opositora, abre una grieta profunda: entre quienes lo interpretan como justicia y entre quienes lo señalan como una “proscripción judicial” que golpea el sistema democrático. La reacción social, gremial y educativa muestra que la disputa no está terminada: apenas ha comenzado una nueva etapa de la polarización política.