Hay lugares donde la tradición se estrecha y la experiencia sensorial se eleva hasta los límites donde alcanza la vista. Donde la historia y la artesanía se hacen fuertes. Donde los sueños se acarician y la perspectiva se siente. Lugares que, sobre todas las cosas, atesoran la pasión por el vino. Todo esto sucede en A Vilerma, una bodega de Ribeiro donde dos hermanos criados entre barricas y vendimias de Rueda gestan hoy su otro vino. La añada 2024, recién llegada al mercado, es la primera que les pertenece por completo.
]]>