En una entrevista con Luis Majul en El Observador 107.9, el politólogo, escritor y presidente de la Fundación Faro, Agustín Laje, analizó con mirada crítica la actual situación del PRO y su futuro en el mapa político argentino. Laje aseguró que la histórica fuerza política “está muerta” como opción electoral y explicó las razones detrás de su diagnóstico, además de brindar una visión amplia sobre temas económicos, culturales y tecnológicos que atraviesan al país.
Al ser consultado por Majul sobre el presente del PRO, Laje fue contundente: “Lo que vamos a ver es lo que pasa con esos cadáveres que todavía tienen espasmos, que todavía tienen actos reflejos, pero son solo eso, actos reflejos”. Para el politólogo, el PRO “ya está acabado” por varios motivos, tanto electorales como simbólicos y estructurales.
Laje explicó que el partido perdió su capacidad de ofrecer una alternativa política real: “Se ha quedado sin relato político, sin una oferta atractiva. No se sabe muy bien por qué uno debería votar al PRO, ni siquiera en su bastión”. Prueba de ello, destacó, es que en las últimas elecciones no pudieron retener ni una sola comuna en la ciudad de Buenos Aires, su territorio de gobierno durante 17 años.
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Además, resaltó que el PRO perdió el “capital simbólico” con el que nació: “Siempre fue un partido joven, fresco, creativo, innovador, un partido urbano, tecnológicamente avanzado en la época incipiente de las redes sociales”. Sin embargo, ahora “terminó peleado con la inteligencia artificial, con los memes, con la lógica de Twitter y con la lógica de X”.
Sobre esto, Laje observó que la falta de identidad simbólica ha sido un golpe duro: “Es un partido que incluso ya no tiene identidad simbólica propia”. A pesar de la crítica, subrayó que “en el PRO hay gente muy buena”, y confesó que él mismo votó al partido “cuando no había otras alternativas”. Pero pronosticó que ese electorado “irá yéndose rápidamente hacia Libertad Avanza en los días, semanas y meses que vienen”.
Una fuerza sin rumbo ideológico
Luis Majul y Agustín Laje coincidieron en que el PRO nunca pudo consolidar una postura ideológica firme y confrontadora frente al kirchnerismo. Laje añadió que “en términos económicos, cuando tuvo el poder, no hizo las reformas que se esperaban”. Criticó que “se mantuvo el déficit fiscal, no hubo rebaja impositiva, se continuó con un modelo inflacionario y endeudamiento externo”. Por eso, recordó, “Macri perdió las elecciones frente a Alberto Fernández”.
En el plano cultural, Laje lamentó que el PRO haya seguido manteniendo “el relato hegemónico del kirchnerismo”, que incluye el poder de Hebe de Bonafini, la “industria de los derechos humanos”, el feminismo radical y la ideología de género. Recordó además que el aborto, que se implementó en 2018, fue un problema cultural para el PRO, porque “esas cuestiones no les importaban”. Añadió que “Macri usó ese tema para tratar de tapar los problemas económicos que se vivían en esos años”.
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El politólogo remarcó con un ejemplo emblemático la situación interna del PRO: la expulsión de Ricardo López Murphy por cuestionar el número de desaparecidos durante la dictadura, en un episodio que él mismo presenció en un evento en Pinamar. “Dijo que no consentía la mentira de los 30.000 desaparecidos y le cayeron rayos y centellas”, contó Laje. “Presentaba documentación y datos, no había por qué enojarse”, apuntó, citando cifras oficiales que ni siquiera llegan a 9.000 desaparecidos.
La apuesta al cambio real y las formas en política
Laje destacó la labor de La Libertad Avanza en el terreno económico: “Está trabajando muy bien en macroeconomía, y el hecho de tener un presidente economista hace que muchos argentinos empiecen a entender más de economía”. Aclaró que no cree que la forma de comunicar “sea espectacular”, pero que “la manera no puede hacer que un movimiento muera rápido”.
Sobre las formas, Laje coincidió en que “las formas son un asunto estético, una cuestión de gusto”. Sin embargo, para la realidad argentina, lo fundamental son “los contenidos, las ideas y las políticas públicas”. Por eso, consideró que aunque “uno puede gustar más o menos las formas”, lo que debe importar al votante es “qué ideas se transmiten”.
Acerca del rol del PRO luego de la derrota electoral, Laje opinó que sería positivo que “empiecen a tomar cartas en el asunto de manera razonable”. Dijo que el PRO no está en condiciones de hacer exigencias y que debería apoyar a La Libertad Avanza sin condicionamientos para evitar “una enorme derrota para Axel Kicillof”.
Sobre la cuestión de la alternancia en el poder y las reelecciones indefinidas, Laje hizo una distinción entre la lógica republicana, que reclama el recambio de dirigentes, y la lógica democrática, que se basa en la voluntad popular. Se definió más partidario de la alternancia, y advirtió que la reelección indefinida de un mismo dirigente puede transformarlo en un caudillo con dominio absoluto, un fenómeno que recordó haber ocurrido también en Argentina.
La economía informal y la nueva regulación del dólar
Consultado sobre la decisión económica de permitir que la gente use dólares y que la AFIP no persiga a quienes los tengan “guardados en el colchón”, Laje señaló que “Argentina es uno de los países donde más gente mete los dólares debajo del colchón, porque no confía en la política”.
Para él, es clave que se creen “mecanismos para que la gente se anime a sacar esos dólares limpios”, diferenciando entre “dinero negro” —que es el que no se declara— y “dinero sucio”, que proviene de actividades ilícitas como el narcotráfico.
Laje explicó que, según expertos, existen tecnologías que permiten determinar si una suma de dinero proviene de fuentes ilícitas o no. Mientras eso sea posible, dijo, “los mecanismos deben desplegarse para que ese dinero salga a circulación, porque eso beneficiará a todos los argentinos”.
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Inteligencia artificial y fake news
Finalmente, el politólogo se refirió a la aparición de fake news creadas con inteligencia artificial, como los videos falsos del presidente Javier Milei o Mauricio Macri. Afirmó que, aunque el daño podría ser “muy importante”, también se puede argumentar que “es humor, un chiste, las redes sociales que no se saben manejar”.
Laje describió que los videos con IA usados en esos casos tenían errores evidentes: “La boca y los movimientos eran robóticos, en bucle”. Por eso, consideró que “no creo que la gente se haya creído eso”.
Reconoció que las redes sociales son “una máquina de mentir, pero también una máquina de decir la verdad que actúa muy rápido”. Destacó que el PRO reaccionó con rapidez y que la verdad se difundió en menos de cinco minutos.
Sobre cómo debería haber respondido el PRO, propuso que “habrían tenido que usar la misma tecnología para responder con humor, con otro personaje en pantalla, y hasta quizás les hubiese salido mejor”.
Para Laje, la inteligencia artificial llegó para quedarse y “cada vez va a ir a más”, por lo que “hay que aprender a convivir con ellas y buscar mecanismos para sacar la verdad a la luz”.