
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) auditará el proceso de licitación para la concesión de la hidrovía Paraguay-Paraná, una vía estratégica para la salida al Atlántico de gran parte de las exportaciones argentinas y del Cono Sur. Así lo confirmó el Gobierno nacional, al anunciar un acuerdo de cooperación con el organismo internacional.
“A partir de un memorando de entendimiento celebrado con la Agencia de Puertos y Vías Navegables de Argentina, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) va a realizar una auditoría internacional sobre los pliegos y todos los procedimientos vinculados al proceso licitatorio de la hidrovía Paraguay-Paraná”, señaló el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa.
La decisión se da en medio de la reactivación del proceso licitatorio, luego de que en febrero pasado el Ejecutivo argentino cancelara el llamado a concesión lanzado en 2024. La licitación —que preveía otorgar por 30 años la gestión con cobro de peaje de la Vía Navegable Troncal (VNT)— fue desestimada tras recibir una sola oferta por parte del grupo belga DEME, que fue descartada con duras críticas desde el oficialismo. Según el Gobierno, la empresa buscó “sabotear la licitación”.
Desde su anuncio en noviembre de 2024, el proceso estuvo envuelto en controversias. Diversas voces del sector portuario y logístico señalaron supuestas irregularidades y favoritismos, en especial hacia la firma Jan de Nul, encargada actualmente del dragado y mantenimiento de la hidrovía. Las sospechas sobre el direccionamiento de la licitación sumaron presión sobre el Gobierno, que decidió reformular los términos del concurso y ahora busca garantizar mayor transparencia con apoyo internacional.
“Esto implica la colaboración en la elaboración de los pliegos y la posterior auditoría del procedimiento de licitación a realizarse”, detalló Adorni sobre el rol que tendrá la UNCTAD. En ese sentido, remarcó: “Es necesario que quien opere la hidrovía tenga la suficiente capacidad para hacerlo, de acuerdo con los más altos estándares internacionales, y al mejor precio”.
La participación del organismo de Naciones Unidas apunta a devolverle credibilidad a un proceso considerado fundamental para el comercio exterior del país. “El Gobierno sigue dialogando con todos los sectores intervinientes para asegurar la transparencia y la objetividad en todas las etapas del proceso”, agregó el portavoz.

La hidrovía Paraguay-Paraná, también conocida como Vía Navegable Troncal, abarca un tramo de 1.635 kilómetros que se extiende desde el kilómetro 1.238 del río Paraná —en su confluencia con el río Paraguay— hasta el canal de aguas profundas del Río de la Plata exterior. Esta vía fluvial constituye la columna vertebral de la logística de exportación de Argentina: por allí circula aproximadamente el 80% de las exportaciones, especialmente productos agroindustriales como granos y subproductos derivados de la soja y el maíz.
Pero su relevancia excede a la Argentina. Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay también se apoyan en esta red fluvial para transportar mercancías hacia los puertos del Atlántico. En 1992, los cinco países firmaron un acuerdo de integración fluvial con el objetivo de facilitar la navegación y el comercio en la región, reconociendo la importancia estratégica de esta vía común.
Durante 25 años, la concesión de la hidrovía estuvo en manos de un consorcio privado integrado por la belga Jan de Nul y la empresa argentina Emepa. Sin embargo, tras el vencimiento del contrato en 2021, el Estado argentino asumió la administración directa de la vía, a través de la Administración General de Puertos. Desde entonces, la discusión sobre el futuro modelo de gestión se ha mantenido abierta, oscilando entre posturas que defienden una administración estatal y otras que impulsan la vuelta al esquema concesionado.
Ahora, con la auditoría internacional como respaldo, el Gobierno busca reposicionar el proceso licitatorio y atraer nuevos oferentes, en un contexto de incertidumbre comercial global y necesidad de optimizar la competitividad logística del país.