La Generalitat ha anunciado finalmente el desbloqueo de las reivindicadas obras de ampliación del hospital Verge de la Cinta de Tortosa (Baix Ebre), con la reformulación del proyecto para garantizar la preservación de los restos arqueológicos del siglo XVI hallados en el subsuelo. Los trabajos están paralizados desde hace seis meses.
Para poder retomar la ampliación, una solución temporal a la espera de que se construya a medio o largo plazo el nuevo hospital de referencia de las Terres de l’Ebre, se deberán introducir varias modificaciones. Se eliminará la segunda planta subterránea, destinada al aparcamiento. Una de las grandes problemáticas es justamente la falta de plazas para aparcar, lo que obligó a habilitar una zona de parking provisional.
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Josep Garriga

“No queremos esconder nada, vamos a dar cumplimiento a la legalidad. Hemos hecho viables las obras con la conservación del patrimonio histórico”, ha destacado Castor Gonell (PSC), delegado de la Generalitat en las Terres de l’Ebre. Los restos arqueológicos, unos silos de grano del s. XVI, se conservarán pero no podrán visitarse.
El Govern asegura, a pesar de los cambios forzados, que la coordinación entre los departamentos de Salut, Cultura e Infraestructures “garantizará las dotaciones asistenciales previstas”. Se mantendrá el nuevo bloque quirúrgico (siete quirófanos) y la ampliación con 32 nuevas consultas externas, así como el jardín terapéutico previsto en la cubierta del nuevo edificio.
El proyecto de ampliación tuvo que paralizarse a finales del pasado año al comprobar los técnicos que los restos arqueológicos eran de mayor relevancia de lo previsto. En marzo se iniciaron las excavaciones arqueológicas en la zona conocida como el turó del Sitjar, con el objetivo de hacer compatibles los hallazgos con la ampliación.
La Generalitat deberá renegociar con la empresa adjudicataria para ver si está dispuesta a ejecutar el proyecto reformulado. Las obras fueron adjudicadas por 31,2 millones de euros. Si se llega a un acuerdo, podrían reiniciarse a finales de año y acabar en 2026. Si no hay entente, se debería volver a licitar, lo que retardaría de nuevo la ampliación.
Se trata de un proyecto largamente esperado, con protestas semanales de los profesionales del centro a las puertas del hospital. La Generalitat ya reservó una partida presupuestaria para la ampliación en verano de 2022 con el compromiso de acabar las obras a principios de 2025.