Los resultados del claustro estudiantil consolidaron a la Franja Morada que mantuvo la mayoría en el Consejo Superior y el retroceso de Sur. En medio de una campaña centrada en las gestiones, la izquierda fue la única fuerza que levantó una política para hacer frente al ajuste y que planteó la necesidad de retomar las asambleas y medidas de lucha, en el camino de una tercera marcha federal.
Las campañas de las listas peronistas y radicales se caracterizaron, para sorpresa de nadie, por una lógica común: demostrar quién gestiona mejor el ajuste de Milei, vía prórroga del presupuesto 2023, sobre las universidades públicas.
El espacio del rector radical John Boretto (a quien responde Franja Morada) salió fortalecido, ganando 8 decanatos —algunos de ellos de facultades claves por su cantidad de estudiantes— y asegurándose condiciones favorables de cara a la elección de rector en 2026. Su brazo estudiantil, mantuvo alrededor del 50% de los votos totales, expresando la persistencia de su hegemonía a nivel general.
En la Facultad de Filosofía y Humanidades, el decanato quedó en manos de la lista opositora, también peronista. En las facultades dirigidas por el peronismo y sectores afines, la discusión estuvo marcada más bien por la camarilla interna y poco por la situación de las universidad públicas y del ajuste nacional. Mientras la agrupación estudiantil ligada a ese espacio, Sean Eternos (Otras Voces en Filo), mantuvo el centro en Sociales y estuvo cerca de ganarle a la Franja Morada en la Facultad de Derecho.
Por su parte, la izquierda consolidó un avance, especialmente en aquellas facultades donde tuvo un papel destacado durante el conflicto universitario. En la Facultad de Artes fuimos parte de la lista 8 de octubre, como La Imaginación al Poder. Allí se consolidó y creció el espacio de la izquierda y de estudiantes que lucharon y se organizaron en asambleas el año pasado.
Como se preveía SUR se desplomó, entre otros factores, por su rol de boicot a la lucha educativa. Fue un ejemplo concreto de la continuidad del conflicto universitario en el terreno electoral donde autoconvocados/as y la izquierda (La Imaginación al Poder, JIS, Rebelión Popular) se unieron bajo un programa común de independencia de las autoridades y gobiernos, solidaridad con sectores en lucha, democracia y autoorganización estudiantil. Estas fueron las principales conclusiones de la lucha del 2024.
A nivel UNC se conformó un frente con las agrupaciones impulsadas por la Juventud de PTS + Independientes, JIS, UJS-PO. Pero el Ya Basta y el MST decidieron romper e ir cada uno por su lado, lo que fragmentó el espacio de izquierda en un contexto de crisis y ataques por parte del gobierno de Milei y sus cómplices. Algo que nos pareció un error y señalamos desde el primer momento.
La experiencia de la Lista 8 de Octubre en Artes
La construcción de la Lista 8 de Octubre fue la continuidad de un proceso político que comenzó en enero de 2024, con estudiantes que se organizaron en el «Cordobazo Cultural» contra el ajuste de Milei. Esto se profundizó con el proceso de marchas, asambleas y tomas del año pasado. Desde la Asamblea de Artes se desarrollaron acciones en común, generando experiencias compartidas y debates políticos al calor de la situación. Se organizaron desde festivales solidarios con más de 1.500 personas donde se juntó un fondo de huelga de 700 mil pesos en apoyo a trabajadores despedidos; hasta viajes a Río Tercero para acompañar a los trabajadores petroquímicos contra el intento de cierre.
También, desde la Asamblea de Artes, se logró alentar mandatos de base para la Interfacultades que organizó la movilización con más de 10.000 personas contra el veto de Milei al financiamiento universitario en Córdoba. Fue central para construir orientaciones y propuestas alternativas frente a la traición de las Autoridades Universitarias a la lucha en su momento más masivo.
Esta práctica militante se expresó también en la publicación de una lista con el apoyo de más de 100 estudiantes que bancaron y difundieron “la 8”: muchos activistas y participantes de las tomas fueron candidatos/as independientes en los consejos y a centro. La 8 de Octubre conquistó una banca en el Consejo Directivo y estuvo a 20 votos de meter la segunda banca. También se conquistaron dos secretarías del CEFA.
El Centro de Estudiantes, finalmente, fue ganado por la Bisagra (lista kirchnerista ligada a la gestión de la facultad). Sin embargo, la unidad entre la Lista 8 de Octubre (523 votos) y el MST (375 votos) habría permitido arrebatarle la conducción al peronismo, instalando un centro de estudiantes asambleario, independiente, al servicio de la lucha universitaria y de sacar el arte a la calle.
Muy grave error cometió el MST al no formar parte de la preparación de una lista común junto a los estudiantes autoconvocados, priorizando sus lugares (¡Querían encabezar a centro dejando a fuera a autoconvocadxs de la cabeza de la lista!) por sobre la necesidad de fortalecer una herramienta de lucha y de organización común. Argumentan haber propuesto un plenario para discutir el armado de listas, pero lo hicieron tan sólo 48 horas antes del cierre de listas. La Imaginación al Poder hizo un llamamiento con una reunión abierta casi dos semanas antes. Otro hecho que fue claro sobre la intención divisionista del MST fue que se retiraron de la reunión común para la conformación de las listas minutos antes del cierre.
El resultado demuestra, incluso, que las propuestas que les hicimos entre todes al MST para que vea reconocidas sus fuerzas (encabezar el segundo consejero) en la lista es exactamente igual al resultado obtenido. Es decir, dejaron pasar una enorme oportunidad política para todo el activismo, las asambleas, la izquierda, y la vanguardia de lucha en Córdoba solo por pura mezquindad.
Ahora, tenemos que continuar el camino para recuperar el CEFA y pelear por más presupuesto, en defensa de nuestros derechos. Artes es el lugar donde más claro se ve que luchar sirve y que hay que apostar todas las fuerzas. Llamamos a las/los compañerxs del MST a trabajar en común con objetivos más grandes e importantes: conquistar un nuevo modelo de Centro de Estudiantes que sea asambleario, independiente y de unidad con lxs trabajadores.
Queremos pelear por un Centro que sea un punto de referencia para todas las luchas actuales y que aporte en el desarrollo del movimiento estudiantil. Un Centro que con el método democrático de la asamblea, llene de arte y vida la UNC. Que enfrente a Milei y los cómplices que lo ayudan todos los días y sume a los espacios conquistados por la vanguardia como la Junta Interna de ATE-CONICET, UEPC Capital, y las agrupaciones y sectores antiburocráticos y combativos de distintos gremios como petroquímicos, docentes universitarixs, delegadxs no-docentes, salud, judiciales, Luz y Fuerza, entre otrxs.
La campaña de Tesis XI en Filosofía y Humanidades
En esta Facultad, las elecciones las ganó Estudiantes al Frente, aunque con 100 votos menos que el año pasado. El peronismo de Otras Voces se consolidó como segunda fuerza, acompañando la victoria de la lista decanal opositora.
A pesar de una campaña regida por las “disputas por arriba”, la izquierda logró ampliar su espacio político. Pasó del 17 % al 26 % , lo que fue un crecimiento significativo vinculado al proceso de luchas y tomas del año pasado. La suma de votos de la izquierda, entre Tesis XI (181) y el Ya Basta-Nuevo Más (195), indica que una lista unitaria hubiera permitido disputar el segundo lugar y ampliar la representación en el Consejo Directivo.
Tesis XI conquistó una Secretaría del CEFFyH. Durante las elecciones, impulsó una campaña junto a estudiantes independientes que recorrieron todos los cursos para reclamar la reapertura de las becas del comedor universitario. Con más de 700 firmas recolectadas esa demanda fue conquistada. Se aprovecharon las elecciones para discutir cuál es la mejor estrategia para enfrentar a Milei y denunciar a Estudiantes al Frente por no convocar asambleas frente al ajuste ni organizar una nueva marcha, e incluso por aprobar el recorte del 78% en las becas de apuntes. También se cuestionó a Otras Voces que se mantuvo al margen del conflicto universitario, solo haciendo campaña por su lista a decanato.
Desde la Secretaría de Unidad Obrero-Estudiantil, Tesis XI organizó clases públicas junto a docentes de la UEPC, trabajadores de Luz y Fuerza, petroquímicos, jubilados/as y trabajadores del CONICET, mostrando la necesidad de la unidad para enfrentar el ajuste de Llaryora y de Milei. Pusimos el cuerpo a cada lucha como lo estamos haciendo junto a lxs despedidxs del Hospital Rawson, enfrentando las amenaza de represión en un hospital militarizado por la policía de Llaryora.
Lamentablemente, la izquierda fue dividida y los ejes de campaña también lo estuvieron. El Ya Basta rechazó una lista unitaria con representación paritaria del 50%, exigiendo el control del 100% ellxs solos. Esta decisión fragmentó la fuerza de la izquierda y facilitó el crecimiento del peronismo. El resultado electoral demuestra que hay paridad entre ambas fuerzas (una diferencia de tan sólo 14 votos) y que nuestra propuesta expresaba la realidad, como también sucedió en artes.
Peor que fragmentar la izquierda aún, es perder el eje. El Ya Basta centró su campaña en atacar a Tesis XI y a otras organizaciones de izquierda, más que al propio Milei. Fabricaron diferencias políticas y difundieron mentiras como que bajamos la toma de la facultad el año pasado, algo que cualquier estudiante que participó en las asambleas sabe que no es cierto. Esa operación no solo oculta la falta de fundamentos políticos, sino que evidencia que rompieron el frente por intereses de aparato y cargos, dividiendo a la izquierda en un momento clave.
En la Facultad de Comunicación, el otro lugar donde la izquierda y el activismo tiene peso, el espacio de izquierda se mantuvo aunque el MST-La Marea retrocedió. Pasaron de ser segunda fuerza al cuarto lugar. Entraron al consejo por aproximadamente 20 votos. Ahí la apuesta a “medirse solos” del MST tampoco dio buenos resultados.
Tesis XI FCC, que es una agrupación nueva surgida de la lucha educativa, realizó una buena performance avanzando en el espacio de izquierda y recolectando apoyo en sectores activistas de las asambleas. El eje estuvo puesto en la necesidad de construir centros y consejos democráticos, asamblearios, que busquen la unidad con todas las luchas y que enfrenten el ajuste de Milei y Llaryora. La campaña también sirvió para poner en discusión el rol de lxs comunicadores y trabajadores de prensa en la actualidad, que son permanentemente atacados por el gobierno nacional a través de represiones e incluso judicialmente.
¿Cómo la seguimos? Hagamos crecer agrupaciones que peleen por una nueva marcha federal universitaria
Fuimos miles en las calles durante el conflicto universitario. Cientos participamos en más de 100 tomas de facultades en todo el país. Las masivas marchas junto a lxs docentes fueron clave para torcerle el brazo a Milei y defender la educación pública. Sin embargo, este año comenzó sin pronunciamientos ni convocatorias claras por parte de las autoridades ni de las federaciones y agrupaciones estudiantiles peronistas y radicales.
Desde la Juventud del PTS apostamos a que las mejores conclusiones del año pasado tengan una expresión en estas elecciones. Que las autoridades se hayan concentrado solo en sus sus cargos demuestra a lxs miles de estudiantes y docentes que nos movilizamos el año pasado algo claro: no quisieron que se exprese la lucha en defensa de la universidad pública.
Frente a este escenario, desde nuestras agrupaciones, junto a estudiantes independientes y autoconvocadxs, dimos una gran pelea en las elecciones denunciando su complicidad, juntando firmas para defender las becas del comedor, haciendo campaña por recuperar centros de estudiantes que funcionen mediante asamblea, desde abajo, desde cada curso.
Apostamos, como lo hacemos desde hace años con el Frente de Izquierda junto a Myriam Bregman, Luca Bonfante, Laura Vilches en Córdoba, por la unidad de las fuerzas de izquierda. Esa unidad desde abajo creemos que es el único camino para enfrentar realmente el ajuste de Milei.
Les proponemos a todxs lxs estudiantes que simpatizan con estos lineamientos a ampliar y organizar agrupaciones en cada facultad que se liguen a docentes, trabajadorxs de la universidad (“no-docentes”), investigadorxs y científicxs. Hagamos crecer agrupaciones que peleen por una nueva marcha universitaria, desde abajo y con independencia de lo que digan las autoridades y las burocracias estudiantiles y sindicales; que aporten a poner en pie al movimiento estudiantil contra el ajuste actual.
Tenemos que arrancar un paro a las burocracias, que sea en la fecha en donde haya más cursada. La experiencia de lucha del año pasado demuestra el camino y que ganar es posible. Sabemos de la importancia de las asambleas de base y las clases públicas, la coordinación mediante la Interfacultades, la unidad con lxs trabajadores en el marco de diversos procesos de lucha en la provincia. No podemos tener expectativas en las autoridades y las conducciones gremiales y estudiantiles que se guardaron durante todo un cuatrimestre especulando con elecciones de todo tipo mientras el ajuste sobre los salarios y el funcionamiento no paró de avanzar.
Nuestra perspectiva es pelear por universidades que le abran las puertas a la clase trabajadora y sectores populares, donde podamos ser parte de discutir qué se enseña y al servicio de quiénes ponemos nuestros conocimientos. Debemos poner un freno a la reforma mercantilista del Sistema de Créditos, que no es más que una profundización de la LES menemista que defendieron todos los gobiernos. Tejamos lazos profundos con trabajadorxs y jubiladxs en lucha, por una universidad de lxs trabajadorxs.