Este fin de semana no fue uno más en la vida de Mauro Icardi. Es que, pese a contar con una autorización para ver a sus hijas durante el Día del Padre, el futbolista no asistió al encuentro establecido por el Ministerio Público Tutelar en la cafetería del Chateau de Avenida Libertador (donde vive Wanda Nara con las nenas).
Lo cierto es que, a juzgar por las imágenes que se publicaron en las redes, Icardi no solo no asistió a la reunión con Francesca e Isabella sino que viajó Uruguay, y compartió su domingo con la China Suárez y amigos en la icónica chacra que la diseñadora Natalia Antolin (íntima de la actriz) tiene en la ciudad de Carmelo.

Este lunes, el delantero del Galatasaray subió a su cuenta de Instagram un álbum con las mejores postales de su escapada romántica con su pareja al país vecino. Y entre otras cosas, mostró la intimidad de sus horas en la residencia en cuestión, cuyo nombre es «Campo de Magnolias» y habría inspirado a la actriz para elegir el nombre de su segunda hija.

Vale aclarar que esta no es la primera vez que la ex Casi Ángeles visita la chacra de Antolin en compañía. De hecho, se sabe que esta casona en medio del campo fue escenario de una de las tantas reconciliaciones que ella tuvo con Benjamín Vicuña a finales de 2019.

Todas las fotos de la romántica escapada de Mauro Icardi y la China Suárez a Carmelo







La trama detrás del fallido encuentro de Mauro Icardi y sus hijas en el Día del Padre: la palabra de Wanda Nara
Este fin de semana se sumó un nuevo capítulo de la batalla legal y mediática entre Wanda Nara y Mauro Icardi. Todo estaba dado para que el jugador del Galatasaray pasara el Día del Padre con sus dos hijas y también estaban autorizados los hijos varones de la empresaria a unirse a la celebración, pero esto no ocurrió.
Es que la Justicia aprobó el pedido y le puso algunas condiciones para llevar adelante este encuentro , pero el futbolista decidió no presentarse y rechazó la propuesta a través de una extensa carta dirigida al Juez a cargo de la causa, según trascendió.
Sus abogadas, mencionaron que su cliente «consideraba que era una trampa ir al Chateau Libertador». La letrada Lara Piro, fue más enfática al respecto: «Le prohibí que fuera al Chateau y presentamos ese escrito. No va a caer en la trampa otra vez», dijo contundente.