El captagón era una droga sintética fabricada originalmente en Alemania, donde se destinaba al tratamiento de los trastornos por déficit de atención. Fue declarada ilegal en 1986 para fines médicos, pero, desde los 2000, volvió a aparecer en versión ilegal en Medio Oriente.
La droga tiene muchos nombres, pero se la conoce más como la “cocaína de los pobres”, debido a que es muy fácil de fabricarla y es barata, a diferencia de otras drogas como la cocaína. También, su disimilitud con la “original”, es que el compuesto químico de esta tiene fenitilina, una anfetamina sintética, cafeína y otros estimulantes, que por ejemplo inhiben el dolor y el miedo.
El llamado de alerta llegó a esta parte del mundo, y específicamente a la Argentina y a Misiones, por su aparición en las fronteras del país. Daniel Adler, especialista en Seguridad y Contraterrorismo Urbano alertó que la Triple Frontera de Misiones, “es el punto caliente de las cuatro triples fronteras que hay en la República Argentina, la más problemática, la más peligrosa”, y por ende, la más permeable para el ingreso del captagón al país.
En comunicación con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Adler especificó que “donde hay más desafíos es justamente Puerto Iguazú, Foz do Iguaçu, Ciudad del Este. Lamentablemente, tenemos enquistado ahí hace muchos años el Hezbolá (organización terrorista libanesa), hace poquito el Tren de Aragua (organización criminal de Venezuela), pero también tratan de ingresar el cartel de Sinaloa, el cartel Jalisco Nueva Generación (ambos de México), también las mafias italianas, el clan Rotela, es decir, amenazas no faltan”, dijo.
El especialista criticó que “en materia criminal, siempre decimos que reconocer el problema real de fondo es el 50% de la solución, el tema es que durante muchos gobiernos, durante más de 20 años, se fueron pateando la pelota hasta que lamentablemente están surgiendo otras temáticas criminales, como por ejemplo el tan temido captagón”, apuntó.
Características del captagón

Al referirse a esta “nueva” droga en la región, dijo que existe desde los años 60 y fue prohibida en los 80, “pero el gobierno de Bashar al Ásad, en Siria, cambió su microvademécum, cambió su composición para conformar lo que llamamos la droga del Estado Islámico”; y hoy Siria es considerado un narcoestado: al país ingresan unos 57 mil millones de dólares por año, producto de esta droga. Su exportación incluye países de Latinoamérica y Centroamérica.
“A veces uno dice, ‘bueno, eso está tan lejos, está en Medio Oriente’. No… eso ya está en nuestra Triple Frontera y está empezando a entrar a la República Argentina”, apuntó.
Sobre su composición química y sus efectos de “invencibilidad”, Adler explicó que “está compuesto por feniltilina, esto es un psicoestimulante muy potente, pero se refinó a tal punto que lo que se busca ahora con esta droga es directamente inhibir el miedo y el dolor… porque las grandes bandas criminales están dando esta pastilla, incluso por vía intravenosa, lo cual es tres veces más potente y hace de la persona que la recibe un autómata sin sentimientos”, alertó.
El estupefaciente ya está presente en organizaciones terroristas temidas (como los cárteles mexicanos), generando “una nueva generación, una nueva ola criminal con guerra psicológica”, apuntó, viralizando contenido de violencia extrema, mutilaciones, decapitaciones, con el fin de amedrentar a toda una ciudad, una nación, lo que llamamos terrorismo liso y llano”, dijo.
A su vez, expuso que el captagón “es tremendamente adictivo y barato, muy fácil de hacer. Por eso el Estado Islámico también lo adoptó en su momento, la Sharia (ley islámica) restringe el alcohol y la cocaína, pero sí permite la utilización del captagón.
En esta línea, dejó una frase que hace correr un sudor frío por el cuerpo. “Esta droga elimina completamente la empatía. Está comprobado que con el captagón, un criminal puede tener un brazo roto, una pierna rota y puede seguir caminando, así de problemática y de peligrosa es esta pastilla, que es más chiquita que una aspirina pero hace un efecto devastador”, remató.
Su llegada a la frontera misionera
“El terrorismo se disfraza como crimen organizado para captar más adeptos, para tener más soldados”, expone el especialista y eso está pasando en los puntos fronterizos con Misiones, donde hace años se detecta una fuerte presencia de Hezbolá, por ejemplo, pero también bandas narcocriminales como el Primer Comando Capital (PCC) o Comando Vermelho de Brasil.
Entonces, “las grandes bandas criminales la utilizan con sus seguidores, porque siempre necesitan bandas locales para hacer el tránsito de droga o toda la temática criminal y es ahí donde está la peligrosidad, de infiltración de esta droga en nuestra en la delincuencia hasta ahora común”, advirtió Adler a FM de las Misiones.
En las fronteras argentinas dijo que “hay una permeabilidad extrema”, por lo que su ingreso podría ser cuestión de tiempo si no se implementan medidas, como está comenzando a hacerlo este gobierno, porque “lamentablemente rutas sobran”, confió.
Un arrastre de 20 años de “muy malas decisiones en materia de seguridad” hacen que hoy haya tantos pasos y sea tan fácil ingresar droga al país, dijo. “Argentina lamentablemente es un país de alto tránsito, no de tránsito. Mucha droga entra por la frontera norte, ¿por qué? Porque se sabe que va a salir por los 28 puertos de Rosario o por los 200 puertos de la provincia de Buenos Aires. El problema también es que todas esas drogas que ingresan dejan una estela, una nube de nuevos consumidores. Hay una relación directa entre el narcotráfico, el delito y la violencia”, analizó.
Especificó que “estamos a tiempo de frenar lo que se viene, hay decisión política, tal vez falta un poquito más de picardía, de astucia, de velocidad de gestión, de entender que en materia de lucha contra el crimen organizado hay un refrán que lo explica bien: ‘El camino del infierno está plagado de buenas intenciones’, pero lo único que importa son acciones concretas, reales que lleven a resultados palpables, no videitos, no anuncios de TikTok, eso no va”, cerró.