Como una muestra más del estrecho vínculo de la administración de Javier Milei con Estados Unidos, desembarcará en la Argentina el secretario de Salud y Servicios Humanos de Donald Trump, Robert F. Kennedy Jr., uno de los funcionarios más polémicos del Gabinete republicano, sobre todo por su activismo antivacunas que ostentó antes de ocupar el cargo. Entre las reuniones que tiene agendadas, está previsto que se encuentre con el Presidente.
La llegada de Kennedy fue notificada por la Embajada de Estados Unidos en la Argentina a través de un comunicado, donde quedó detallado que el secretario de Salud viajará hacia Buenos Aires el domingo 25 de mayo para una visita de dos días. Coincide su arribo con las celebraciones por el Día de la Patria, que Milei encabezará con su participación en el Tedeum en la Catedral Metropolitana y con un cambio de guardia de los granaderos posterior, en la Plaza de Mayo.
Dijeron desde Washington que Kennedy tendrá una reunión con su par local, Mario Lugones. “En el encuentro, [Kennedy] espera dialogar sobre prioridades clave en materia de salud, incluyendo la reforma y desregulación del sistema sanitario, el avance de los objetivos de MAHA [Make America Healthy Again, por “Hagamos a Estados Unidos saludable otra vez”, en inglés] -como el abordaje de enfermedades crónicas- y el futuro de la colaboración global en salud», indicaron.
También precisaron en la nota de prensa de la embajada que el funcionario trumpista se reunirá con “importantes líderes del gobierno argentino”, como el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, y el canciller Gerardo Werthein.
En tanto, con respecto a Milei, marcaron: “El secretario espera con interés mantener una conversación sustantiva con el presidente Milei sobre cómo avanzar en las relaciones entre Estados Unidos y la Argentina”.
De 71 años, Kennedy es abogado y se transformó en una de las elecciones más controvertidas de Trump para este segundo mandato frente a la Casa Blanca debido a que no solo los demócratas, sino parte de los republicanos, lo cuestionaron por haber difundido información errónea sobre la seguridad de las vacunas en el pasado.
Sobrino del expresidente John F. Kennedy, pasó gran parte de las últimas dos décadas dedicándose a promover teorías de conspiración que vinculan las vacunas infantiles con el autismo. También expresó que las que se aplicaron contra el Covid-19 fueron las “más mortales” jamás creadas y puso en duda que los gérmenes causen enfermedades infecciosas.
“No existe ninguna vacuna que sea segura y efectiva”, llegó a decir.
En tanto, ya cuando estaba a punto de entrar al cargo, rechazó que lo tildaran de antivacunas y aseguró que las distintas dosis jugaban “un papel fundamental en la atención médica”, por lo que se llevó varias críticas al respecto de una supuesta falsa postura para acceder al poder. Señaló, además, que “todos sus hijos están vacunados” y afirmó que él solo planteó “preguntas incómodas” sobre la inoculación.
En abril de este año también causó sorpresa cuando, en un cambio de su postura histórica, planteó ante el descontrolado brote de sarampión que hubo en Estados Unidos que “la forma más eficaz de prevenir la propagación” era la vacuna.
Si bien la mayor parte de la oposición a Kennedy está motivada por este tema, algunos dirigentes de Estados Unidos también se oponen a sus opiniones contra la industria farmacéutica y a sus contradictorios comentarios sobre el derecho al aborto.
Kennedy había apoyado hasta hace poco ese derecho, lo que desató críticas contra él por parte de los conservadores y grupos antiabortistas, incluido el exvicepresidente Mike Pence.
Sin embargo, hizo un viraje para tranquilizar a los republicanos, antes de ser nombrado. “Creo que cada aborto es una tragedia”, respondió -como un guiño a parte del trumpismo- cuando enfrentó la audiencia de confirmación ante el Senado de su país. En la Argentina, Milei es un asumido antiabortista al igual que buena parte de los dirigentes que le responden, ya que pese a decirse “libertarios” en lo económico, tienen un fuerte anclaje en raíces conservadoras.
Antes de asumir, Kennedy también apuntó que la lucha contra el consumo de drogas sería una de sus prioridades, ya que la considera una cuestión personal por él mismo haberse recuperado de su adicción a la heroína.
Además, tiene un fuerte compromiso con la batalla contra los pesticidas y a favor de una alimentación saludable.
En la nota de la Embajada de Estados Unidos que anunciaba su viaje a la Argentina lo presentaron como uno “de los ambientalistas más influyentes” de su país, “centrando su labor especialmente en el impacto de la contaminación en la salud humana y en la conservación de ecosistemas saludables”, una cuestión con la que no se identifica la administración de Milei.
Destacaron, además, su defensa a cazadores y pescadores afectados por la contaminación del río Hudson, y a familias y agricultores enfrentados a corporaciones farmacéuticas y químicas transnacionales, como su presencia “del lado del pueblo”.
“Gracias a cientos de victorias legales contra corporaciones y agencias gubernamentales, Kennedy conoció de cerca el funcionamiento interno del sistema y adquirió un profundo conocimiento sobre la ciencia de la salud humana, tanto desde una perspectiva convencional como alternativa. Ahora, como secretario de Salud y Servicios Humanos, está aplicando ese conocimiento para alinearlo con el interés público, en especial de aquellos cuya voz no ha sido escuchada”, comentaron.
“Kennedy proviene de una destacada familia política. Hijo del senador Robert F. Kennedy y sobrino del presidente John F. Kennedy, Bobby Jr. [como lo llaman] fue demócrata toda su vida, pero en la década de 2010 se fue distanciando del partido a medida que este se alejaba de sus valores tradicionales. Su ruptura definitiva ocurrió el 9 de octubre de 2023, cuando anunció su candidatura independiente a la presidencia de los Estados Unidos“, recordaron, sobre su vida política, en esa comunicación oficial.