En un entorno empresarial donde la innovación tecnológica y los activos digitales impulsan la creación de valor, la gestión del riesgo debe adaptarse a una nueva realidad: los activos intangibles no solo son más valiosos que los tangibles, sino también más vulnerables. Esta es una de las principales conclusiones del “Informe comparativo de riesgos intangibles versus tangibles de 2024: reducción de riesgos en IA, PI y cibernética”, elaborado de forma independiente por el Ponemon Institute y patrocinado por Aon.
La edición latinoamericana del informe revela que el valor medio de los activos de información (1.223 millones de dólares) ya supera al de los activos físicos como propiedades, plantas y equipos (PP&E), que promedian 1.087 millones de dólares. Sin embargo, la cobertura de seguros para estos activos intangibles sigue siendo limitada: solo un 19% está asegurado, en comparación con el 57% de los activos tangibles.
Inteligencia artificial, propiedad intelectual y ciberseguridad: un triángulo crítico
La inteligencia artificial generativa, la propiedad intelectual (PI) y los riesgos cibernéticos conforman el núcleo del nuevo mapa de riesgos empresariales. Según el informe, la IA no solo impulsa la eficiencia y la innovación, sino que también introduce nuevos tipos de exposición, desde decisiones automatizadas erróneas hasta violaciones de privacidad o derechos de autor.
De hecho, el 48% de las empresas encuestadas en América Latina sufrió en los últimos 24 meses al menos una vulnerabilidad material o una violación de datos significativa. El impacto económico promedio de estos eventos alcanzó los 3,8 millones de dólares. Las principales causas: negligencia humana, errores operativos y ataques cibernéticos.
Riesgo intangible, protección tangible
Uno de los aspectos más críticos identificados es la insuficiente preparación frente a eventos extremos de tipo “cisne negro” relacionados con la ciberseguridad o la propiedad intelectual. Solo el 39% de las empresas afirma estar preparada para enfrentar este tipo de eventos, lo que pone en evidencia la necesidad urgente de una gestión de riesgos más sofisticada y proactiva.
La mayoría de las organizaciones encuestadas reconoce la importancia del seguro cibernético, pero apenas el 29% ha contratado una póliza específica. A pesar de que el riesgo cibernético figura entre los 10 principales desafíos empresariales, el 71% aún no ha tomado medidas concretas de transferencia de riesgo a través del mercado asegurador.
Además, apenas el 32% cuenta con seguros específicos contra el robo de secretos comerciales y el 34% dispone de coberturas para responsabilidad por propiedad intelectual.
La paradoja del seguro cibernético
El informe destaca una paradoja relevante: aunque la frecuencia de ataques como el ransomware ha aumentado exponencialmente en América Latina, las primas de seguros cibernéticos han tendido a la baja debido a la competencia entre aseguradoras. Esta dinámica pone en tensión la sostenibilidad del sistema y exige una revisión de modelos de suscripción, límites de cobertura y exclusiones.
También se evidencia un desafío estructural en cuanto a la cobertura de incidentes relacionados con IA. Muchas pólizas actuales no contemplan explícitamente los riesgos asociados al uso de inteligencia artificial, generando zonas grises que pueden derivar en litigios costosos. Solo el 37% de las empresas aseguradas afirman que su póliza incluye pagos por ransomware, mientras que los errores humanos y negligencias están cubiertos por apenas un tercio de las pólizas.
Recomendaciones del informe
El documento propone una serie de acciones concretas para que las empresas latinoamericanas fortalezcan su resiliencia ante los riesgos intangibles:
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Adoptar programas de seguro contextualizados a las nuevas exposiciones digitales, incluyendo IA y PI.
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Mejorar las prácticas de gestión de riesgo, especialmente en ciberseguridad, integrando auditorías internas y externas.
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Involucrar a todas las áreas clave (jurídica, financiera, TI, compliance, recursos humanos) en una estrategia unificada de protección de activos intangibles.
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Evaluar el ROI de los mecanismos de mitigación con herramientas de análisis basadas en datos.
Una oportunidad para el sector asegurador
A medida que los activos intangibles se consolidan como los pilares de la economía digital, el mercado asegurador latinoamericano tiene la oportunidad –y el desafío– de evolucionar. Diseñar productos a medida, con lenguaje claro, cobertura explícita para nuevos riesgos, y esquemas de suscripción flexibles, será clave para mantener la relevancia y rentabilidad del sector en los próximos años.
“Las organizaciones que combinan análisis avanzados con una gestión integral del riesgo estarán mejor posicionadas para maximizar el valor y mitigar los riesgos de sus activos intangibles”, expresó en ese sentido Eric Andersen, presidente de Aon.
La transformación ya está en marcha. Y quien no adapte su modelo de gestión de riesgo a esta nueva era de intangibles, simplemente quedará atrás.