El presidente Javier Milei está evaluando la posibilidad de asistir a la próxima Cumbre del Mercosur, un encuentro clave que se desarrollará en un contexto de fuerte incertidumbre sobre la concreción del histórico acuerdo comercial entre el bloque sudamericano y la Unión Europea (UE).
El punto muerto con la Unión Europea
El principal tema en la agenda es la definición del acuerdo Mercosur-UE, cuya firma se ha pospuesto reiteradamente debido a resistencias internas en el continente europeo, especialmente por las exigencias medioambientales impuestas por algunos países como Francia.
La decisión de Milei de asistir o no es vista como una señal sobre la prioridad que la nueva administración argentina le otorga al bloque regional. Si bien el presidente ha manifestado su interés en la apertura comercial, su postura sobre la dinámica del Mercosur ha sido cambiante, lo que añade tensión a la cumbre.
Argentina y el futuro del bloque
La presencia de los jefes de Estado es crucial para intentar destrabar las negociaciones finales y coordinar una posición unificada de los miembros del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) frente a las demandas europeas.
La evaluación del viaje se produce en un momento donde las diferencias internas y las presiones externas amenazan con extender aún más el proceso de un acuerdo que lleva más de dos décadas en negociación. Se espera que la cumbre defina los pasos a seguir para evitar que el pacto naufrague definitivamente.






