En el marco de una investigación de más de dos años encabezada por la fiscal federal Cecilia Incardona, este jueves fue detenido Jorge Omar Castillo, conocido como “El Rey de La Salada”. El arresto se concretó en su lujosa residencia de Luján y estuvo acompañado por un operativo masivo que incluyó 62 allanamientos simultáneos en distintos puntos del conurbano bonaerense.
El procedimiento fue ordenado por el juez federal Luis Armella y llevado adelante por la Superintendencia de Agencias Federales de la Policía Federal Argentina. Los operativos se desplegaron en ferias, oficinas, domicilios particulares y depósitos vinculados con el funcionamiento de La Salada, considerada durante años como la feria ilegal más grande de América Latina. Además, se emitieron 21 órdenes de detención contra otros involucrados en la misma causa.
La investigación comenzó en 2023 y puso al descubierto una compleja red de lavado de dinero, evasión fiscal y asociación ilícita. Según la fiscalía, el entramado estaría compuesto por al menos 89 sociedades comerciales y más de 160 personas, muchas de ellas familiares entre sí, que se dedicaban a actividades ilícitas como la venta de mercadería apócrifa, el alquiler masivo de puestos y la utilización de empresas fantasmas para mover grandes sumas de dinero.
Uno de los nombres clave en la operatoria es Punta Mogote SCA, una firma que aparece identificada en la entrada principal de La Salada. A través de ella, se canalizaban fondos que luego eran blanqueados mediante la compra de inmuebles, vehículos de alta gama y la apertura de múltiples cuentas bancarias.
Durante los recientes allanamientos, se secuestraron documentos contables, computadoras, teléfonos celulares, registros de operaciones financieras y dinero en efectivo. También fueron detenidas personas que, según los investigadores, se encargaban actualmente de la administración de La Salada y de la feria Urkupiña, ubicada en el mismo predio.
No es la primera vez que Jorge Castillo enfrenta causas judiciales. En junio de 2017 ya había sido arrestado durante un operativo similar. En aquella ocasión, incluso se enfrentó a tiros con los agentes que irrumpieron en su vivienda de Open Door, también en Luján, hiriendo a uno de los efectivos con una escopeta.
A pesar de aquella causa, y de estar a la espera de un juicio, Castillo no se encontraba bajo arresto domiciliario ni con tobillera electrónica al momento de su nueva detención este jueves por la mañana.
