El gobierno británico anunció la aplicación de medicamentos para suprimir el impulso sexual en delincuentes sexuales como parte de una estrategia para reducir la reincidencia y aliviar la sobrepoblación penitenciaria. La medida será acompañada por intervenciones psicológicas.
El gobierno del Reino Unido confirmó que implementará la castración química para delincuentes sexuales en un programa piloto que abarcará 20 prisiones en dos regiones del país. La secretaria de Justicia, Shabana Mahmood, señaló que esta medida forma parte de un paquete integral para reducir la reincidencia y aliviar la presión sobre un sistema penitenciario con capacidad limitada.
Mahmood explicó que el tratamiento con medicamentos busca suprimir el impulso sexual y que, aunque inicialmente será voluntario, se estudia la posibilidad de hacerlo obligatorio. Destacó además la importancia de complementar esta intervención con tratamientos psicológicos que aborden causas subyacentes de la conducta delictiva, como la necesidad de poder y control.
Según estudios citados, la castración química puede reducir hasta un 60% la reincidencia en determinados casos, aunque la revisión independiente de sentencias advierte que no es aplicable para todos los delincuentes sexuales, especialmente para aquellos motivados más por el poder que por el impulso sexual.
El uso de esta práctica no es nuevo en Europa: Alemania y Dinamarca la aplican de forma voluntaria, mientras que Polonia la exige obligatoriamente en ciertos casos.