María Becerra presentó oficialmente su tercer álbum de estudio, Quimera, un proyecto ambicioso que marca un antes y un después en su carrera.
Tras casi tres años sin lanzar un disco, la cantante decidió rediseñar por completo su obra, impulsada por un proceso creativo intenso y emocional. Según ella, el dolor dejó de ser solo una fuente de inspiración para convertirse en una fuerza transformadora.
Cuatro identidades para un solo universo
Becerra se adentra en su mundo interior a través de cuatro alter egos:
- Maite, que representa la vulnerabilidad, el amor herido y la sensibilidad.
- Jojo, símbolo de sensualidad, poder y libertad nocturna, con un single homónimo muy poderoso.
- Shanina, que expresa la intensidad, el deseo y la dualidad emocional.
- Gladys, su versión más arraigada, honesta, ligada a sus raíces y su barrio.
Cada alter ego protagoniza tres canciones con estilos variados: pop, urbano, R&B, salsa, dembow y otros sonidos más experimentales.
Además, hay un quinto eje en el disco, donde María se presenta sin disfraz: en cinco temas habla directamente desde su yo más real, con honestidad sobre la caída, la sanación, el amor y la verdad.
En Quimera participan varios artistas:
- TINI y Paulo Londra suman su voz en el universo de Shanina.
- El Alfa aporta energía junto a Jojo.
- Karina “La Princesita” se une en el capítulo de Gladys.
- También colaboran Taichu, Jay Wheeler y J Rei, este último en una canción muy personal con Becerra.
Producción y puesta en escena
El álbum fue producido principalmente por Xross, aunque María participó activamente en la producción y en la concepción visual de los videoclips.
Para presentar Quimera, ofrecerá dos conciertos muy especiales los días 12 y 13 de diciembre en el Estadio River Plate, con un formato 360° que promete ser una experiencia inmersiva


